En el lugar de los hechos estábamos tres personas: Classius Mulciber, Theck Wood y yo. Theck y yo estábamos entrenando, debido a que se fue el guardián de Darfor, y le tocó a el serlo. Nos turnábamos para que me tocara a mi, y así entrenarme para el partido del Jueves. Mientras que practicábamos vimos a un alumno de Olsson, al que más tarde reconocimos como Classius Mulciber, con la varita alzada, apuntando hacia las gradas.
Resulta que comenzó a incendiar la parte izquierda de las gradas, las cuales fueron reducidas a cenizas. Tras hacer eso, se dirigió hacia la puerta, la cual incendió también. Y por si no le había sido suficiente, llevó la alfombra al campo, la agrandó, y también la quemó.
Cuando Theck y yo vimos eso, él lo gro escapar a tiempo, pero yo me quedé tras las llamas hasta que llegaron los primos Scofield, los que, con una gran pericia, lograron extinguir todas las llamas y ayudarme a salir del campo.
Aún con todo, Classius y yo fuimos sospechosos del crimen, ya que estabamos los dos ahí. Tuvimos que entregarles nuestras varitas; yo lo hice encantado, porque sabía que no tenía nada que ocultar, pero a Classius le costó más, ¿por qué sería...?
Al día siguiente, se rehízo todo gracias a los runólogos, a mi me fue devuelta la varita, ya que demostró que no realicé ningún hechizo incendiario, y Classius fue detenido por el departamento de Seguridad.
Todavía hoy, el encargado del departamento de Seguridad me hizo unas preguntas para asegurarse de mi inocencia.
Desde aquí quiero dar las gracias a todos los que me apoyaron hasta el último momento, en serio, gracias, porque me sentí muy ultrajado al ver que se desconfió de mi inocencia.
Att: Arkloth Dahl
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